ESTILO Y CULTURA
LA VIDA DEL BIKINI
Por Celia Fernandez-Carnicero, 23 julio 2018
Ya sabes que, de vez en cuando, nos gusta indagar en las raíces de nuestras prendas favoritas. Nos gusta porque nos hace sentir súper cultas y nos permite ampliar nuestro abanico de opiniones con fundamento. Muy útiles, por cierto, en conversaciones de moda. Pero también lo hacemos por la cantidad de historietas que nos siguen sorprendiendo. Y hoy te queremos contar una serie de curiosidades acerca del bikini que, si no se llevan la palma, están muy cerca. Porque, nunca hubiésemos pensado que lo que empezó como una recabación de datos normal y corriente, podría despertar una conversación (un poco) trascendental…
Pero, tampoco es cuestión de saltarnos información fundamental. Y lo primero es saber de dónde viene realmente el bikini. ¿Creías que se trataba de una prenda relativamente joven? Pues nada más lejos de la realidad. Su partida de nacimiento la tienen los romanos. Testigo de ello son algunas pinturas halladas en la villa romana del Casale (desde 1997 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco), en la localidad siciliana de Piazza Armerina. Después, la mayoría de las imágenes de la moda de baño femenina archivadas están protagonizadas por el bañador. Y como, en 2018, todo esto ya nos pilla a toro pasado, pues se nos ocurre que, el hecho de que el bikini no triunfase hasta hace relativamente poco, a lo mejor, tiene un poco que ver con la fijación con salvaguardar la reputación de ‘niñas buenas y modositas’ de las mujeres.

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De hecho, en 1951 el Vaticano prohibió esta prenda, lo que nos permite hacernos una idea de la polémica que levantaba durante sus primeros años. Aunque la presentación en sociedad del bikini moderno (tal y como lo conocemos nosotros) la hizo el ingeniero francés Lous Réard en 1946, durante los 50 las mayoría de las mujeres seguía llevando bañador. Una década más tarde, en los años 60, se empezaron a romper un tabú detrás de otro, y, entre otras cosas, las mujeres se animaron a enseñar el ombligo en la playa. Vamos, que nos volvimos todos más normales. Y bueno, como se suele decir, el resto es historia…La nuestra con el bikini, de amor.