BEAUTY
¿Y TÚ? ¿CUÁNTAS BROCHAS TIENES?
Por Celia Fernandez-Carnicero, 13 abril 2018
Hace unos años, la brocha de maquillaje era, simplemente, LA brocha. Una sola. Cuando hurgábamos en el neceser de hermanas y primas mayores, no se nos planteaba ningún dilema. El problema venía después, cuando el color de esta revelaba rastros de colorete y sombra de ojos, entre otros. ¿Y qué tocaba, entonces? Bronca y romper la hucha para comprar una nueva. Un rapapolvos echado con más fundamento del que ellas mismas se pensaban…
Porque, el hecho de que hoy las brochas de maquillaje se compren en kit, más que sueltas, no tiene nada de tendencia caprichosa. Los diferentes formatos y tamaños tienen su razón de ser, y saber que el riesgo de que nos restreguemos un pegote de rímmel al extendernos la base es muy baja, se agradece. No lo vamos a negar. Pero, como ya somos algo más mayorcitas que cuando le ‘pedíamos prestado’ los productos beauty a las expertas de la casa, ahora nos importa más el favor tan enorme que le hacemos a nuestra piel si utilizamos la brocha adecuada para cada cosa. Queremos asegurarnos de que, incluso cuando tenemos áreas más sensibilizadas (por tratamientos de láser, acné, irritaciones, etc.), conseguir el look de viernes (o de lunes) que buscamos no supone un suplicio. Y, para más inri, el acabado profesional se multiplica por infinito. El monopolio de LA brocha se ha terminado, y nos gusta.